Por Pupy
Emma se retiro sin que pudiéramos hablar.
Huye de mí.
Yo quiero ahogarla en mis brazos, darle un calor que es evidente que no tiene en su vida.
No volví a llamarla, sé que está mal y no me animé a molestarla.
No quiero moverle, hoy, el piso bajo sus pies.
Entiendo que está pasando un momento muy delicado, y que no tiene el respaldo de su familia, porque su familia, eso lo entendí luego de hacer muchas averiguaciones, no le permitía avanzar como profesional.
En mi casa todo había sido distinto, mi hermana y yo tuvimos, siempre, las mismas oportunidades.
Sandy eligió otro camino y siempre se la respetó, hasta le dimos un lugar a su marido, del cual todos piensan que es el accionista mayoritario de la textil.
Eso me servía a mí, podía moverme con más libertad, aunque todo pasaba por mis manos.
Mi fama de playboy me precedía y yo estaba contento de ostentarla.
Para muchos yo era simplemente el cuñado del dueño.
Emma es más inteligente de lo todos piensan y tratándola, salta a la v