Ekaterina
Traicionar a cada persona que me apreciaba era un precio bajo para lograr acallar mi conciencia. Me dolía en el alma tener que dejar atrás a Nikolay y a mi familia; también traicionar a Alekséi, quien había tomado la decisión de arriesgarse a venir después de saber sobre el secuestro de Hunter, el sobrino de Lyra. Él creía que íbamos a escapar juntos, que les daríamos la espalda a todos y que no miraríamos atrás.
—Lo siento, lo siento mucho —musité—. Pero esta es la única forma en que puedo ayudar.
Me subí al taxi y deseché mi celular. Ahora tenía tres más, mucho más económicos, para intentar comunicarme con los hombres de Thane o con él mismo, si se daba el caso.
Con el escaso español que podía pronunciar, ordené al taxista que me llevara a la estación de tren. El dinero que me había dejado el señor Russell no me serviría para siempre, pero como había ahorrado demasiado y la cantidad era grande, me serviría para sostenerme durante algún tiempo, mientras pensaba en cómo aseg