Lyra
La felicidad de recuperar a Hunter era inmensa, y no pude evitar llorar al ver cómo Lilly, Byron y mi padre se deshacían en llanto mientras lo abrazaban. Sin duda, el pequeño era alguien muy importante para todos, incluido mi esposo, quien no dudó en alzarlo en brazos.
—Estábamos muy preocupados por ti —le dijo.
Mis hijos, que ahora estaban en el suelo, jalaron un poco la tela de mi pantalón para llamar mi atención. Sus rostros reflejaban tristeza, como si estuvieran celosos de que su padre quisiera más a su sobrino que a ellos.
—Mis pequeños, su primo estuvo perdido unos días y todos estamos felices porque ha regresado, pero su padre los adora. Solo dejen que…
—Mis niños, vengan —los llamó Landon al bajar a Hunter—. Este es su primo.
—Hola —saludó Hunter.
Mis pequeños avanzaron dubitativos, pero una vez que estuvieron cerca de su primo, comenzaron a reír.
—No tuve mucho miedo —les explicaba Hunter—. Bueno, sí, un poco, pero fui valiente porque tenía que volver a casa.
—¿No tienes