Capítulo 44
«¿Cómo no logramos atar cabos antes?», reflexionó Daisy. «La verdad es que yo no conocía del todo a Frigg. Pensé que solo era un poco "finjida" (hipócrita), pero resulta que también es malintencionada».

Con un bufido, Daisy concluyó:

—Frigg, en un principio podíamos ignorarnos mutuamente, pero fuiste tú quien me buscó pleito. ¡Ahora no te me quejes!

***

—¿La familia De Jesús?

Al enterarse de que Fernando había ido primero a buscar a Daisy a casa de los De Jesús, Frigg se quedó perpleja.

—¿Qué hace Daisy en la mansión De Jesús?

—Al parecer, ahora es la cuidadora personal del joven Javier De Jesús.

—¿Cuidadora personal? —Frigg soltó una carcajada—. Así que, después de dejar a Fernando, ahora va tras Javier.

» Primero Fernando, ahora Javier… ¡Qué enorme apetito tiene esa mujer!

—No es el único apetito grande por aquí… —susurró el hombre mientras volvía a tocarla.

—¡Quítame tus manos de encima! —le espetó Frigg, apartando con brusquedad la mano que la manoseaba—. Mantén a alguien vigilando
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