(Narración en tercera persona)
La mesa de caoba brillaba bajo la luz de los candelabros de cristal, reflejando los rostros tensos de los comensales como un espejo distorsionado. Los platos de porcelana fina contenían filetes de wagyu con reducción de vino tinto y espárragos blancos los cuales apenas habían sido tocados. El aire olía a menta y tensión reprimida.
Aldous Hale alzó su copa de Burdeos, haciendo girar el vino tinto como sangre antes de romper el silencio.
—Lion, hablando de oportunidades… nuestros ingenieros han desarrollado un nuevo sistema de seguridad para bóvedas bancarias. Con tus conexiones en el Medio Oriente, podríamos expandirnos a mercados inexplorados. —Sugirió emocionado.
Lion no alzó la vista de su plato, solo cortó un trozo de carne con precisión quirúrgica antes de responder:
—No tengo interés. —Musitó con frialdad y firmeza.
Entonces el tenedor de Beatriz golpeó el plato con un Clint estridente.
—¡Es el proyecto más lucrativo de la década! —Exclamó irri