Mundo ficciónIniciar sesiónMelanie me observa con cierta incertidumbre, como si no estuviera segura de que lo que acabo de decir fuera una orden o una simple cortesía. Finalmente asiente, dejándose llevar por mi sonrisa.
—No debo, señora, si el señor me escucha, me regañará —responde, aunque noto cómo la formalidad sigue impregnando sus palabras.Se dirige al refrigerador con movimientos rápidos y calculados, evidenciando que está acostumbrada a moverse en una cocina abarrotada pero organizada. Mientras toma ingredientes, yo doy un vistazo a mi alrededor, tratando de captar los detalles del lugar. Todo brilla. La impecable pulcritud me recuerda que esta no era cualquier cocina; era el corazón de la casa de Alessandro Minetti, donde todo, incluso una simple comida, parecía ser tratado con precisión casi militar.—Está bien, sírveme la sopa, tengo mucha hambre —le pido con sua






