Mundo ficciónIniciar sesiónSé que sus palabras no son un regaño ni una advertencia; es la forma en que siempre me ha guiado, con respeto, pero, al mismo tiempo, fijando límites claros. Asiento. Una sombra de aprobación cruza sus ojos mientras una sonrisa casi imperceptible se dibuja en sus labios.
—Lilian se quedó con su mamá; está muy asustada por todo —le explico y veo cómo frunce el ceño, pero le aclaro enseguida—. Mañana se mudarán, abuelo.—¿Mañana? ¿Dejaste toda la zona vigilada? ¿Por qué no te quedaste con ella? Es tu esposa; deja de permitirle andar por ahí. Tiene que vivir aquí —puedo ver el temor en sus ojos de que vuelvan a eliminar a mi esposa—. ¿Por qué no te la llevas de luna de miel a alguna isla nuestra?—Abuelo, ya te expliqué. Lilian está en su último año de medicina; po






