Mundo ficciónIniciar sesiónLucila baja la mirada por un momento, como si considerara esa pregunta con más seriedad de la que esperaba. Luego, alzando las cejas con actitud despreocupada que parece tener por costumbre, responde:
—Creo que no, señor Alessandro. Va a tener que disculparla, se durmió profundamente —contesta Luci sin dejar de mirarme. —Mejor la dejamos durmiendo, esa caída junto al cansancio acumulado que tiene de trabajar sin descanso, merece que la dejemos descansar. Le pido disculpas en su nombre. No digo nada, es cierto que debe estar muy adolorida y cansada. Ahora sé que no debí casarme con ella. Pero tampoco quiero dejarla ir; no ahora que siento que debo protegerla de mis enemigos y de los suyos. Estoy casi convencido de que alguien quiere quitar a Lilian del medio, por eso la enviaron a interrumpir mi boda. No sé qué me impidió ese día meterle un tiro en la cabeza. Quiz&aacut






