Mundo ficciónIniciar sesiónLILIAN:
Me acerco a los asientos del frente, expectante, sintiendo cómo mi corazón latía acelerado y mis ojos se llenaban de lágrimas ante la sola idea de que le hubiera pasado algo a mi querido amigo por mi culpa.
—Está bien, no estaba cuando lo hicieron. Ahora se está quedando con Gina —me cuenta Estefan—. Tenemos nuestros modos de enterarnos. Ya llegamos. El director está en el mismo lugar donde se encontró con el señor la primera vez. Nosotros vamos a hacer algo. Aquí está segura. Nos vemos. Los veo alejarse en el taxi. Saco mi teléfono y marco a Migue, pero lo escucho sonar detrás de mí. Me giro al escuchar su grito: —¡Lili! ¿Qué haces aquí? Ahora íbamos a buscarte. —¿Tú qué haces aquí? —pregunto en automático—. ¿Y por qué no me dijiste que te rompieron tu tienda? ¿Por qué no fuiste a quedarte conmigo como siempre? —¡Ay, chica! Tu esposo lo arregló todo, y ahora iba a contártelo —respondió, exagerando con el car






