Después de que terminaron de cenar, siguió a Max al estudio en el segundo piso.
Dentro, además de los típicos muebles de oficina, había una fila completa de estanterías altas, casi de cinco metros de altura. A esa altura, solo sería posible recuperar los libros a través de una escalera. No pudo evitar quedar atónita por la increíble vista.
La mirada en los ojos de Max era fría pero concentrada.
—Sra. Blake, tengo un trato que necesito discutir contigo. Necesito que trates a una persona por mí.
Olivia se pellizcó el espacio entre las cejas. He mantenido bastante bien mi identidad como médico experto. ¿Cómo llegó este hombre a saber sobre esta identidad mía? ¿Y cuánto sabe él al respecto? ¿Será que ya conoce mi verdadera apariencia bajo mi máscara?
Decidió seguirle el juego.
—Señor Brook, ha investigado mis antecedentes, así que debe saber que soy forense, no médico. Lo que hago es completamente diferente.
Max se acercó a ella, sus ojos fijos en los suyos todo el tiempo.
Por alguna razó