Mundo ficciónIniciar sesiónTome mis cosas y escape, corrí lejos de mi obligación, me aleje de mi familia porque no quería seguir sus ordenes de casarme con un hombre desconocido. No quería aceptar que dentro de nada mi vida dependería de uno de los socios de mi padre, me estaba vendiendo al mejor postor y aunque huyera, esa sería mi verdad. Casada y atada a un contrato por conveniencia. Corrí de mi destino y al final, me enamoré de él.
Leer másOlivia había estado llevando una vida tranquila y sin preocupaciones, hasta que su padre le soltó una fría verdad, dónde la única solución era casarse con un completo desconocido.
Ella no quería ser el súper héroe de la familia y se negó rotundamente a compartir su vida con un hombre completamente ajeno a su zona de confort.
Pero en un mundo donde la codicia, y el bienestar familiar era lo principal, a Olivia no le quedaba mucho por lo que luchar.
Sus padres se pasaron sus peticiones por el lugar más oscuro de su anatomía e hicieron de ella su boleto para expandir y sacar de la banca rota a su preciada empresa.
Empresa que, a pesar de que Olivia era la mayor de tres hermanos, jamás heredaría.
Puesto que su familia a parte de cómoda y sin vergüenza, también le estaríamos añadiendo como top 1 de esa gran lista; el machismo y la misógina.
La mayor de los hermanos Manchester no se daría por vencida y estará dispuesta a conseguir su libertad así tenga que pasar por encima de su multimillonario esposo por conveniencia.
¡Bienvenidos a la historia de la dulce Olivia!
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¡El diario de Olivia!
Querido diario,
No es necesario pasar por mucho para sentirte como m****a. No es ni difícil sufrir.
Solo toma algo que te haga mil veces daño, y ahí tendrás el peor dolor en el alma de tu vida.
Pero ¿Qué más?
Todo es aprendizaje, y tal vez un día recordarás que no siempre puedes confiar en todo el mundo.
La sombra que una vez se cernió sobre la fortaleza de la familia Cavalli, una mansión que siempre había olido a opulencia y peligro, ahora parecía haber envuelto los corazones de sus herederos.Ezio Cavalli, a sus veintiún años, se erguía ante la ventana del despacho de su padre. La ciudad Siciliana, antes un telón de fondo de sueños y travesuras infantiles, ahora parecía un tablero de ajedrez donde cada movimiento podía ser fatal.A su lado, Elena, con dieciocho, repasaba con meticulosa atención los libros de contables de las empresas y de la mafia que llevaba su padre, Enzo.Durante toda su infancia, Enzo y Olivia, sus padres, habían intentado desesperadamente construir un muro alrededor de sus hijos, un muro que los protegiera del mundo de sombras y susurros que era la mafia Cavalli.Los habían matriculado en las mejores escuelas, los habían alentado a estudiar arte, música, historia... cualquier cosa que pudiera alejarlos del negocio familiar. —Ustedes tendrán una vida diferente,
EnzoHe pasado dos años esperando este momento. No me refiero al trato que acabamos de cerrar con los japoneses, ni al control total sobre el puerto de Nápoles que he consolidado. Me refiero a esto: la paz. Una paz que se siente tan ajena como el sol en el frío invierno en Rusia.Estoy sentado en la sala de estar de mi casa. Los gritos de Ezio, mi hijo de casi tres años, llenan la habitación mientras corre con un coche de juguete.Olivia, mi reina, mi muñeca, mi todo, me observa desde el sofá.Su sonrisa es un faro en la oscuridad de mi vida. Su vientre... su vientre me hace sospechar lo que deseo con todas mis fuerzas.Me arrodillo frente a ella y tomo su mano. Su piel es tan suave y delicada, tan diferente de las manos que he tocado en el mundo de los negocios. Una sonrisa de amor y anhelo se dibuja en su rostro.—Gracias por esta vida, muñeca. Nunca creí que los monstruos como nosotros tendríamos amor.Olivia entrelaza sus dedos con los míos. —Los monstruos también amamos, Enzo. Y
Narrador OmniscienteDos semanas después de la caída de Dimitri, la ahora mansión Ivanov brillaba con luces deslumbrantes y música estruendosa.La élite del bajo mundo se había reunido para celebrar la coronación del nuevo jefe de la mafia rusa: Armando Ivanov, quién por decisión propia y designio de la mafia, renunció al apellido paterno, como él y sus hermanos.Ya no había nada que rescatar de ese apellido, y las empresas Manchester fueron adquiridas por la gran Dama de la Mafia Italiana, Olivia Cavalli.El salón principal estaba decorado con un lujo exorbitante. Candelabros de cristal colgaban del techo, arrojando destellos sobre los invitados vestidos con trajes de diseñador y joyas que costaban fortunas.En el centro, una fuente de champán dorado burbujeaba sin cesar.Enzo, vestido con un traje hecho a medida que costaba más que un auto de lujo, se acercó a Armando, que estaba rodeado de aduladores.—¡Enzo, mi hermano! —exclamó Armando, abrazándolo efusivamente. —¿No es increíble
EnzoLa noche era fría y oscura mientras me movía por los callejones junto a Olivia y mis hombres más leales. El aire estaba cargado de tensión mientras nos acercábamos al escondite de Dimitri. Cada paso nos llevaba más cerca de saldar cuentas con el traidor.Cuando llegamos al lugar, todo se desencadenó rápidamente. De repente, una voz familiar rompió el silencio.—¡Enzo! ¡Sabía que vendrías!— gritó Dimitri desde algún lugar adelante. —¡Eres tan predecible!—Tú y tu maldita perra lo son, ¿O no, Olivia?Me detuve, haciendo una señal a mis hombres para que se mantuvieran alertas. —Dimitri, tu traición termina hoy. Sal y enfréntame como un hombre.Una risa amarga llenó el aire. —¿Como un hombre? ¿Acaso vienes solo, Enzo?Olivia se adelantó, su voz fría y cortante. —Está conmigo, Dimitri. Su perra, como me llamaste y sabes muy bien que eso es más que suficiente.El caos estalló de repente. Los hombres de Dimitri surgieron de las sombras, pero estábamos preparados. El espacio se llenó de
Olivia El gusto amargo de la victoria me invadía.Dimitri, la rata escurridiza, se había escapado de mis manos.Lo había dejado, sí, pero no sin antes asegurarme de que sintiera el filo de mi ira. Estaba herido, lo suficiente para que sepa que esto no había terminado. Que esto, apenas comenzaba.Salí de la ostentosa mansión de la Bratva, ahora bajo mi control, sintiendo el peso de las miradas de mis hombres.Leales siempre a mí y a la mafia Cavalli.La lealtad en este mundo es un bien efímero, sujeto a la balanza del poder. Pero hoy, el poder estaba de mi lado y de lado de mi esposo.Enzo me esperaba a unos kilómetros, en un punto acordado previamente. Su rostro, normalmente esculpido en una máscara de calma, reflejaba la misma furia que sentía yo.Queríamos acabar con ésto para volver a casa con nuestro bebito.—Se escapó, —dije, la voz cargada de frustración. —Como lo habíamos planeado, lo dejé ir.Enzo asintió, con la mandíbula tensa. —Lo sé. Pero no llegará lejos. Todo está acor
OliviaEstábamos listos, todo estaba preparado para el golpe final.Habíamos atacado desde adentro y por lo que nos dijo el capo de la mafia Irlandesa, Dimitri no sospechaba de nada.Ya llevábamos dos semanas dentro de la mafia, yo estaba asumiendo el papel que según Dimitri, me correspondía.Y nos conviene que él piense que soy lo suficientemente estúpida como para dejarme engatusar de él, aunque esa era la estrategia que habíamos armado mi marido y yo días antes de internarme en rusia lejos de él y mi hijo.Porque había algo que tenía presente, primero muerta antes de que a mí hijo lo toquen.Dimitri piensa que lo dejé en brazos de niñeras certificadas mientras acondicionaba la casa para traerlo y ha estado muy al pendiente de la remodelación.-------Días antes.—Amor, si vamos a hacer esto, no podemos ser misericordiosos. El impostor se alimenta de su miedo. Hay que crear un caos que lo destruya desde adentro.Nos encontrábamos en la mesa de estrategia, yo sentada sobre ella y él





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