Tome mis cosas y escape, corrí lejos de mi obligación, me aleje de mi familia porque no quería seguir sus ordenes de casarme con un hombre desconocido. No quería aceptar que dentro de nada mi vida dependería de uno de los socios de mi padre, me estaba vendiendo al mejor postor y aunque huyera, esa sería mi verdad. Casada y atada a un contrato por conveniencia. Corrí de mi destino y al final, me enamoré de él.
Leer másOlivia había estado llevando una vida tranquila y sin preocupaciones, hasta que su padre le soltó una fría verdad, dónde la única solución era casarse con un completo desconocido.
Ella no quería ser el súper héroe de la familia y se negó rotundamente a compartir su vida con un hombre completamente ajeno a su zona de confort.
Pero en un mundo donde la codicia, y el bienestar familiar era lo principal, a Olivia no le quedaba mucho por lo que luchar.
Sus padres se pasaron sus peticiones por el lugar más oscuro de su anatomía e hicieron de ella su boleto para expandir y sacar de la banca rota a su preciada empresa.
Empresa que, a pesar de que Olivia era la mayor de tres hermanos, jamás heredaría.
Puesto que su familia a parte de cómoda y sin vergüenza, también le estaríamos añadiendo como top 1 de esa gran lista; el machismo y la misógina.
La mayor de los hermanos Manchester no se daría por vencida y estará dispuesta a conseguir su libertad así tenga que pasar por encima de su multimillonario esposo por conveniencia.
¡Bienvenidos a la historia de la dulce Olivia!
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¡El diario de Olivia!
Querido diario,
No es necesario pasar por mucho para sentirte como m****a. No es ni difícil sufrir.
Solo toma algo que te haga mil veces daño, y ahí tendrás el peor dolor en el alma de tu vida.
Pero ¿Qué más?
Todo es aprendizaje, y tal vez un día recordarás que no siempre puedes confiar en todo el mundo.
EnzoDesde lo más profundo de mi alma, sabía que la traición de la mafia irlandesa y de la madrastra de Olivia amenazaba con destruirnos.Esa noche, el plan estaba listo. La estrategia no solo requería precisión, sino una completa brutalidad, y yo había preparado cada movimiento con la precisión de un cirujano. La guerra que estaba a punto de desatarse sería definitiva.La reunión clandestina en el almacén, a las afueras de la ciudad, fue el primer escenario.Los irlandeses confiaban en su superioridad numérica y en la presencia de refuerzos escondidos en la periferia. Pero yo tenía la clave: un infiltrado dentro de su estructura, un viejo aliado convertido en espía. La información que me proporcionó fue la luz que iluminó el plan y ni siquiera se esperaban ese golpe, porque fue una información que me reservé para mí mismo.Comenzamos moviendo nuestras tropas discretamente, rodeando el lugar en silencio. La noche era nuestra aliada, la neblina cubría los movimientos. Mientras tanto,
ArmandoEl sol apenas se filtraba por los ventanales sucios del gimnasio clandestino que había servido durante décadas como campo de entrenamiento para los líderes de la Mafia de la Bestia. El aire olía a sudor viejo, cuero gastado y a esa tensión eléctrica que llama a la violencia.Me encontraba en el centro del ring improvisado. Mi torso desnudo brillaba de sudor y mis nudillos vendados ya estaban teñidos de rojo. Respiraba con fuerza, mis músculos ardían. Hacía cinco semanas que había comenzado mi entrenamiento y cada día sentía que moría un poco más... pero también que nacía algo dentro de mi.—¡Otra vez! —gritó Salvatore, mi instructor, un veterano de los tiempos más sangrientos de la organización por lo que sé,aunque mi hermana me ha especificado que él es su hombre de confianza. —No te paras así frente a un líder enemigo. ¡Te va a volar los dientes, niñato!Me reincorporo tambaleante del suelo debido al empujón y vuelvo a mi posic
OliviaUn mes. Un mes entero desde que Ezio llegó a nuestras vidas, inundando cada rincón de la casa con su presencia. He sido testigo de cada pequeño avance, cada balbuceo, cada mirada curiosa que me derrite el corazón. Es increíble cómo un ser tan pequeño puede despertar un amor tan inmenso.Estoy completamente enamorada de la maternidad. Cada noche, cuando lo acuno en mis brazos y siento su respiración suave contra mi pecho, una paz profunda me invade.Pero, siendo honesta conmigo misma, también hay una parte de mí que anhela algo más.Extraño la adrenalina de tomar decisiones importantes, la camaradería en la mesa de conferencias, la sensación de tener el control. Extraño ser Olivia, la dama y líder de la mafia italiana. Sé que Enzo necesita mi apoyo, mi visión estratégica. Él es un líder nato, pero juntos somos una fuerza imparable.A veces, cuando él regresa de una larga reunión, veo el cansancio en sus ojos, la preocupación que intenta ocultar. Sé que le hago falta. No solo com
OliviaDurante todo este mes, mi vida se convirtió en un torbellino de responsabilidades y emociones. Cada mañana, me despertaba antes de que el sol asomara en el horizonte, impulsada por una mezcla de determinación y miedo.Mi hermano, Armando, estaba a punto de asumir un papel que definiría el resto de su vida, y yo sabía que necesitaba todo el apoyo que pudiera brindarle.La primera semana fue la más difícil. Armando y yo pasábamos horas en el despacho, una habitación que solía tener un aire amenazante con sus paredes oscuras y muebles de cuero que ahora empezaba a sentir nuestra presencia.Le ayudaba a estudiar los documentos, contratos y alianzas que Enzo había dejado a nuestro cargo. Me aseguraba de que entendiera el complicado entramado de lealtades y traiciones que era la mafia roja. Cada detalle era vital; no podía permitirse un solo error.Simultáneamente, comenzaba a adaptarme a ser madre de un recién nacido. Mi pequeño, Ezio,
EnzoEl clima cálido de roma se instalaba en el aire, pesado y sofocante, pero en mi mundo solo había espacio para la decisión. Olivia y nuestro pequeño no podían seguir en esta ciudad llena de tantos traidores asechándonos. La situación se tornaba cada vez más peligrosa, y yo no iba a permitir que se convirtieran en víctimas de las intrigas que habían a nuestras espaldas. A través de las calles empedradas, los murmullos del pueblo donde estábamos parecían un eco distante, incapaces de penetrar mi mente centrada en un objetivo: obtener la seguridad de mi familia. Con cada paso que daba más cerca de lo que quería, sentía la adrenalina fluir en mis venas. Sabía que sacar a Olivia y al bebé de Roma no sería fácil; había riesgos, pero estaba dispuesto a enfrentarlos con tal de darles tranquilidad.Luego de largas horas de planear con mi gente la salida de mi mujer y mi hijo de roma, por fin las sombras de la fortaleza nos recibieron con calidez, era como si sintiera que sus dueños despué
OliviaMe desperté de golpe al escuchar el llanto de mi hijo, y cuando me fije en él, me di cuenta que Enzo lo tenia en sus brazos mientras lo mecía para calmar su llanto.Enzo se encontraba aun en bóxer y me daba la espalda mientras le hablaba a nuestro hijo en la voz más baja y dulce que le había escuchado ahora.—Mami necesita descansar, deja los berrinches.Bueno, eso no fue tan dulce, pero me sacó una sonrisa burlona.Es la primera vez que lo veo teniendo más paciencia de lo normal, y eso me hace sentir orgullosa de él.Me levanté de la cama sin hacer ruido y fui directamente a donde se encontraban, Enzo lo tenia cargado con un solo brazo y con la otra mano le daba caricias en su pequeño rostro. Fue inevitable que mis ojos se cristalizaran al verlo así tan unido a nuestro bebé, y más porque Ezio se quedó tranquilo al sentir el calor de su padre.—Mis hombres, —le dije en un susurro a su lado.Enzo se exaltó por un momento y volteo a mirarme con una sonrisa en su rostro.—Deberías
Último capítulo