Capítulo 08. La cruzada de una suegra metiche
Al salir del tribunal, Verónica iba junto a Andrés en el asiento del copiloto, con el teléfono celular en las manos.
— ¿Cree poder usted conseguir quien haga la solicitud en Venezuela? —Preguntó a María que estaba en el asiento trasero.
—Estoy hablando con la secretaria de mi hermano, le he pedido que me consiga el número de contacto directo con el vicario judicial en Venezuela —respondió María, también estaba pegada al teléfono celular.
Verónica continuó pensando en voz alta.
—No esperaba viajar ahora, y tengo la agenda copada en la pastelería, ¿Y el pasaje? Mis padres querrán ir. Claro que Daniel vendrá conmigo. Supongo que en eso no tendré problemas con Mauricio, pues él también tendrá que ir.
María, conversaba con alguien de seguro muy importante para ajustar su agenda también, hasta que celebró al despedirse de su interlocutor.
—Pues bien, mañana mismo llevarán la solicitud de tu parte, y me han prometido que le darán prioridad a la solicitud.
—Doña Ma