Me acosté sobre el pecho de Hayden y lo miré por un largo rato; él tenía los ojos cerrados, se veía relajado y feliz.
— Te amo — le dije.
Hayden lentamente abrió los ojos y me miró.
— Pensé que estabas dormido — le dije.
Él me apretó más a su pecho y empezó a darme besos en la cabeza.
— Vuelve a decirlo, por favor. Me encanta cómo suena — me pidió.
Yo levanté la vista y lo miré.
— Te amo, te amo, te amo — le dije repetidas veces.
Hayden agarró mi rostro y me dio un beso rápido, después me miró sonriente.
— No lo hice con ella — me dijo.
Yo puse la barbilla en su pecho y lo observé por un largo rato.
— Te lo juro — me dijo.
Le di un beso en el pecho y después asentí con la cabeza.
— Te creo. Yo tampoco tuve nada con Matteo. Creo que él malinterpretó mi comportamiento, pero te juro que jamás hice nada con él. Ese beso fue un error, ni siquiera se lo pedí — le dije.
Me gustaba esto de aclarar las cosas; creo que en una relación, lo más importante es la confianza, así que desde hoy le con