El día más importante de mi vida llegó. Grace estaba conmigo en la habitación de mis padres ayudándome a terminar de arreglarme. Me sentía como una princesa muy embarazada.
— Pareces una carpa, pero de esas lindas — me dijo Grace de la nada.
Yo la miré mal y ella empezó a reír.
— Lo siento, es que estoy nerviosa. Esta es tu primera boda. Me siento igual de nerviosa que cuando perdí mi virginidad — me dijo.
Parpadeé un par de veces, aún mirándola fijamente.
— ¿Y si mejor ya no hablas? — le sugerí.
Ella puso los ojos en blanco de inmediato.
— Es que estoy nerviosa — me dijo.
Me acerqué más a ella y la abracé.
— Estoy tan feliz de que seas feliz — me dijo con la voz quebrada.
Me separé de ella y sonreí. Grace estaba llorando.
— Gracias por siempre estar a mi lado, y gracias por todos tus consejos, aunque en ocasiones no son los mejores — le dije.
Ella me abrazó con fuerza.
— Salgamos rápido o vamos a arruinar nuestro maquillaje — me dijo.
Ambas nos separamos, y sonreímos. Grace salió de l