Los días pasaron sin ningún problema. Hayden y yo estábamos viviendo un sueño. De hecho, desde el momento en que él me pidió la mano, Grace y yo empezamos a hacer planes para mi boda. Quería algo pequeño pero lindo, idea que no le gustó para nada a Grace. Ella quería algo ostentoso, la boda del año según ella.
Ella y yo estábamos sentadas en el suelo de mi apartamento mientras ojeábamos revistas con vestidos de novia.
— Podemos alquilar un salón, te juro que la boda será maravillosa — me sugirió Grace.
— Quiero que sea en el jardín de casa de mi padre, algo pequeño pero lindo — le dije con una sonrisa.
Ella puso los ojos en blanco.
— ¿Quieres una boda como la de tu hermana? — me preguntó.
Yo negué de inmediato. A pesar de que se habían cambiado muchas cosas en la boda de mi hermana, para mi gusto fue… aburrida. Yo quería que fuera alegre pero pequeña.
— No te entiendo, ¿entonces solo quieres unas flores, las mesas y ya? — me preguntó.
— Diste en el blanco, eso es exactamente l