Capítulo 12
En cuanto entró al estudio, Emilia cerró con llave. La computadora no tenía contraseña; empezó a revisar carpetas sin parar, buscando el acceso a las cámaras.

“¿Dónde están? ¿Dónde…?”

Estaba por perder la paciencia cuando, en la pantalla negra, se reflejó una silueta detrás de ella.

—¡Ay!

Emilia giró en seco y se le doblaron las piernas.

Dylan la miró, entornó los ojos y sonrió despacio.

—¿Qué buscas?

—N-nada.

Él se agachó y la encaró, muy cerca. En sus recuerdos, Emilia había sido dulce y buena; ahora veía, en su lugar, a una mujer que le resultaba desconocida y temible.

Con voz muy baja, dijo:

—Emilia, sabías que María estaba embarazada, ¿verdad? —añadió—. Y la empujaste por las escaleras a propósito, ¿no?

Los ojos de Emilia se abrieron; el cuerpo le tembló.

—No… no fui yo. No fue a propósito. ¡No fui yo!

—Entonces, ¿para qué entraste al estudio? ¿A borrar las grabaciones?

Emilia tragó saliva y se cubrió el vientre, armándose de valor. “Estoy embarazada. No se va a atrever…”

—¿Ah, sí
Sigue leyendo este libro gratis
Escanea el código para descargar la APP
Explora y lee buenas novelas sin costo
Miles de novelas gratis en BueNovela. ¡Descarga y lee en cualquier momento!
Lee libros gratis en la app
Escanea el código para leer en la APP