Lo que Ana quería era sencillo. Quería que su padre se recuperara, quería salvar a su hermano y empezar una nueva vida.
Pero al parecer, Mario no estaba dispuesto a dejarla en paz.
Esa noche, recibió una llamada de María mientras actuaba en el Hotel Jardín Real. La voz de María era angustiosa:
—Ana, ven rápido al hospital. Ha sucedido algo.
Ana se sintió conmocionada y preguntó:
—¿Qué pasó?
María hizo una pausa antes de decir,
—Carmen tuvo un conflicto con Cecilia, y vino la policía. Carmen puede ser llevada por la policía.
El teléfono móvil resbaló de la mano de Ana.
Al final, fue Pablo quien llevó a Ana al hospital, que por suerte no estaba muy lejos y llegó al lugar en menos de media hora.
Pero Ana aún llegaba tarde. Cuando llegó, ya se habían llevado a Carmen.
Sin embargo, la situación seguía siendo caótica, y los familiares de Cecilia estaban allí. La madre sostenía el brazo escaldado de su hija, llorando y gritando que la belleza de su hija había sido arruinada, gritando que quer