176. Los hermanos D'Angelo
Sus ojos ambarinos no logran hacer que Roy Sidney siga sonriendo. Y Maya se cruza de brazos para seguir negando.
—Dinos cuánto cuesta —Chris se encoge de hombros—. Lo pagaremos o no, sigue siendo injusto que esta gente les haga esto a las personas que tienen su propio negocio. No está bien. Si nosotros nos vemos afectados entonces los demás también.
—Chris tiene razón —dice Maya esta vez—. No puede ser justo. Y bueno está bien, aún no tenemos el dinero necesario para pagar y está bien. Iremos a otro lugar, de eso no nos vamos a preocupar. Pero siguen insistiendo en sacarnos de aquí, ¿para qué? ¿Por sus propios intereses?
—Trataré de averiguar mejor lo que pasa aquí —Roy Sidney recoge sus cosas y con de prisa le toma la mano a Maya—. No olvides lo que te dije. Tienes que tomar una decisión, no podemos atrasar más la construcción. Los hombres están pidiendo su paga.
Maya lo mira un momento y luego desvía la mirada, asintiendo.
—No te preocupes —le dice.
Roy Sidney asiente con