Sin embargo, Maximiliano siempre evocaba a una solo deseo.
Que fuese una niña.
—Tengo que el presentimiento que será una pequeña bebé —Maximiliano acarició su vientre ya inmensamente abultado. Maya tenía su mano en su mejilla y lo admiraba con un amor.
Fue en primavera, los primeros comienzos de febrero.
Estaba junto a las tres amigas. Jenny con Dennis, Alejandra y Giovanna dentro de un evento del DeSea. Maximiliano estaba en unos asuntos del Livende y lo vería hasta en la noche, que prepararía una cena para los dos. Tenía a Dennis en sus brazos mientras lo besaba y lo mimaba un poco. Era un niño hermoso.
—¿Quién jugara con su primito o primita dentro poco? —le repetía.
Giovanna acarició su vientre.
—¡Dios! Ya tienes que salir —dijo—. Tú tía está esperándote con ansias.
—Al igual que nosotras —expresó Jenny ya tomando a Dennis en sus brazos—. Siento que le va a explotar su barriga y el bebé saldrá con los brazos de triunfador.
—Pronto, pronto —canturreaba Alejandra mientras