Matías quedó completamente atónito, mirando sorprendido a Luna, mientras Martina casi gritaba de la emoción.
Sorprendidos los invitados en el salón miraban a Matías con envidia, mientras que otros pensaban en la verdadera persona al mando del Grupo Yulia: Marina.
Marina era la hija biológica de Eduardo y Luna, pero al final, el Grupo Cabello no tenía nada que ver con ella.
Luna observó por unos momentos a Matías, que seguía ahí con una expresión de sorpresa. No veía alegría en su rostro y se sintió satisfecha con su decisión.
Su salud siempre había sido bastante débil, y durante todos esos años, fue Matías y Martina quienes se preocuparon demasiado por ella y la cuidaron con esmero.
En cuanto a su hija biológica, Marina, Luna ya la daba por muerta.
Luna miró a Leopoldo, sonriendo con ternura.
—Y hoy, además de eso, tengo otra maravillosa sorpresa. Le regalaré el 5% de las acciones del Grupo Cabello a Leopoldo.
Cuando Martina escuchó esto, estuvo a punto de desmayarse en ese instante de