Abel y Blas se miraron, intercambiando una mirada de sorpresa.
Mientras tanto, Baltasar le enviaba un mensaje a Yulia preguntándole si quería ir al picnic con Tulio y los demás el sábado.
Yulia, recostada en su cama y con el celular en la mano, no tardó en responderle:
[¡Claro! Será perfecto y me ayudará a relajarme un poco.]
Baltasar sonrió al leer el mensaje y, rápidamente, le contestó a Tulio confirmando que irían al picnic el sábado.
...
Al día siguiente, viernes. Mientras Yulia estaba en una reunión, su celular sonó.
Normalmente, si no era algo urgente, su papá no la llamaría durante el horario laboral.
Por eso, cuando vio que era él, Yulia se puso algo nerviosa. Se disculpó con el subordinado que estaba presentando el informe:
—Disculpa, tengo que tomar esta llamada.
Él asintió y se quedó sentado.
Yulia atendió la llamada y salió de la sala de reuniones. Apenas escuchó la voz de su papá al otro lado:
—Yulia, mañana sábado, llévate a tu hermano a jugar, no lo dejes pegado a tu mam