Capítulo 699
Lidia estaba claramente alterada.

Tulio notó su reacción y, algo confundido, le preguntó:

—Por supuesto que es su hermano. ¿Por qué preguntas eso?

Lidia apretó las manos con fuerza y forzó una sonrisa.

—Solo tenía algo de curiosidad. Después de todo, hay una gran diferencia de edad entre ellos. Ah, y por cierto, ¿cómo se llama el niño?

Tulio, sin sospechar nada, respondió con total naturalidad:

—Iker.

Pensó: ¡Así que Diego y Marina tienen otro hijo! Eso explica al niño que vi en el aeropuerto.

Lidia, tratando de calmar la rabia que sentía, forzó una sonrisa y se levantó para despedirse.

—Tulio, lo lamento, pero acabo de recordar que tengo algo urgente que hacer. Me voy hoy, pero la próxima vez ya tendremos tiempo para vernos.

Tulio la observó marcharse apresurada, sin poder decir nada.

Mientras tanto, Yulia y Baltasar, con Iker, seguían disfrutando del picnic. Cuando regresaron al área de la parrilla, Lidia ya no estaba allí.

...

La puerta de la oficina del gerente general del Grupo Fi
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