Capítulo 100

Celia se quedó estupefacta cuando Laura le dijo que tenía que ir a su casa a recoger la maleta, además de un montón de cosas que había ido añadiendo a la lista.

—No entiendo nada. ¿Te fuiste a tu casa con la maleta y ahora no tienes ropa? ¿Por qué?

—Ahora no puedo hablar —dijo, casi en un susurro para que Sergio no la oyera.

—Discutisteis y lo abandonaste, es la única explicación… Venga, cuéntamelo.

—Luego te lo cuento —le dio la dirección de Sergio y Celia quedó en llamarla cuando llegara para que él bajase a ayudarla a subir todo lo que le había pedido que le llevase.

—Te espero entonces a eso de las cinco. Un beso, hermana. Te quiero.

—Un beso. Y no te creas que te vas a ir de rositas de este embrollo… Me lo vas a contar todo, quieras o no. Empiezo a pensar que te traes demasiados líos.

—¿De qué hablas? Y no te retrases, que necesito el vestido esta noche.
Continue lendo este livro gratuitamente
Digitalize o código para baixar o App
Explore e leia boas novelas gratuitamente
Acesso gratuito a um vasto número de boas novelas no aplicativo BueNovela. Baixe os livros que você gosta e leia em qualquer lugar e a qualquer hora.
Leia livros gratuitamente no aplicativo
Digitalize o código para ler no App