Capítulo 99

Cuando salió del cuarto la asaltaron un montón de ricos olores. Sergio estaba cocinando y el agradable aroma de un guiso especiado impregnaba todos los rincones de la casa.

—Te quedaste dormida y me dio pena despertarte, así que estoy haciendo la comida.

—¡Qué bien huele!

—Ya verás, te vas a chupar los dedos —destapó la cazuela y cogió un poquito de salsa con una cuchara de madera—. Prueba, seguro que en tu vida has comido un estofado mejor.

—¡Delicioso!

—Y mira —la tomó de la mano y la llevó a la habitación—. He recogido.

—¿Cuándo?

—Mientras dormías. Estabas como un tronco, ni te has enterado, claro que he sido muy silencioso, lo he hecho con mucho cuidadito. Ahora haré la cama.

Se dirigió a la ventana y la abrió.

—Primero hay que ventilar la habitación.

Laura sonrió para sus adentros. Él creía que había recogido, pero lo único que había hecho en realidad era quitar de en medio la ropa que estaba tirada de cualquier manera sobre las sillas y el sillón, aunque ella había dejado la suy
Continue lendo este livro gratuitamente
Digitalize o código para baixar o App
Explore e leia boas novelas gratuitamente
Acesso gratuito a um vasto número de boas novelas no aplicativo BueNovela. Baixe os livros que você gosta e leia em qualquer lugar e a qualquer hora.
Leia livros gratuitamente no aplicativo
Digitalize o código para ler no App