Capítulo 54: A mil por hora.
Antonella Bennett observaba los correos de la compañía esa mañana, y bebiendo ansiosamente de su taza de té, chocaba los dedos impacientes contra el fino escritorio de su estudio privado. Los números recientes no eran buenos; desde hacía varios días las ventas no parecían hacer nada mas más que bajar. Emily Gibson debía de casarse pronto con su hijo, sin embargo, Henry parecía poner poca o nula atención en la empresa; aquellas pérdidas financieras junto a los clientes y proveedores que se habían marchado no eran tan pequeñas para tomarlas a la ligera, y aquella situación comenzaba a estresarla…si se cometían más errores, más pronto que tarde terminarían en la ruina, por ello esperaba que el matrimonio de Henry con Emily los fortaleciera, y así pudiesen reanudar el progreso.
Tomando el teléfono, Antonella llamó a su asistente; alguien tenía que ocuparse del trabajo hasta que superarán esa escandalosa crisis económica y familiar que comenzaba a sacarla de sus casillas. ¿Qué iba a hacer