C42: Ámbar jamás se enamorará de ti.
Vidal clavó la mirada en Raymond con un rastro de recelo en los ojos y buscó arrancar una explicación de aquel hombre que ahora defendía a Ámbar con tanta vehemencia.
—¿Por qué actúas así? —cuestionó—. ¿Por qué te empeñas en alejarla tanto de mí? ¿Qué derecho tienes para intervenir de este modo? ¡Yo soy su esposo!—sus palabras salieron con la rotundidad de quien no admite discusión, como si repitiéndolo pudiera reafirmar una realidad que él aún asumía como propia.
—Escúchame bien, Vidal —replicó Raymond—. Ustedes están divorciados, tú ya no eres su marido. Ahora ella es mi esposa, y por eso me corresponde defenderla. Estoy haciendo lo que tú no fuiste capaz de hacer: estar de su lado y protegerla.
—Ámbar solo está enfadada conmigo —insistió Vidal—. Ella volverá a mi lado, ya lo verás. Sé perfectamente lo que estás tratando de hacer, pero entiende, Ámbar jamás se enamorará de ti, Raymond. El único hombre que ella ama soy yo, soy el hombre de su vida. Hicimos muchos planes juntos, y est