Elisa.
—Logan, ¿estás bien? —Frunció el ceño cuando sintió una suave mano palpar su barbilla—. Logan, mírame. —Parpadeó un par de veces y desvió la mirada de su hermana y miró a la mujer—. Hey, ¿estás bien?
¿En qué momento nació tal confianza para que ella le estuviera hablando así, tan gentil y dulce, como si de verdad estuviera preocupada por él? ¿Era realmente preocupación o solo actuación? Quiso reírse por cuestionarse esto último. Por supuesto que solo era actuación y bien podría darle un buen obsequio después. Tal vez llevarla a otra tienda de ropa cara, una joya o algo así. Lucía era buena haciendo su papel de novia enamorada y Logan sintió un poco de alivio.
—Todo está bien —replicó, esbozando su sonrisa más hipócrita. Ella ladeó la cabeza y dejó caer la mano de su barbilla.
Arqueó una ceja y optó por observar a su hermana otra vez. Haciendo un enorme esfuerzo, mutó sus facciones nuevamente, esperando que se viera lo suficientemente sosegado.
—De nuevo, me disculpo por llegar tarde.