"Este misterioso salvador tuyo parece ser único en su especie", dice Jenny después de que Leila le cuente su terrible experiencia en el campamento de Leo.
"Supongo que lo es", responde Leila, sus ojos mantienen una mirada conflictiva, sus pensamientos aún intranquilos sobre la posible identidad del hombre y su proximidad cuando su vida está en peligro.
"Jenny".
"Sí".
"¿Es posible que el lobo de uno cambie, tal vez por magia o un hechizo?".
"¿Por qué preguntas?", Jenny entrecierra los ojos, su rostro se llena de escrutinio y una pizca de repentina comprensión. "Espera. No crees que sea Tatum, ¿verdad?".
"No lo sé...", Leila responde, con voz sombría y seca, el corazón empapado de dolor. "Si un hechizo así fuera posible, supongo que lo pensaría. Quiero decir, quién más vendría a rescatarme así sino él y su elección de permanecer mudo también. Además, Tatum tiene la costumbre de hacer cosas y no decirme nada. Estoy tan confundida".
Jenny lanza un profundo suspiro, con lástima en lo