Leila está a punto de responder cuando recibe un vínculo mental de Tatum y desvía la mirada de Antonio hacia los coches que pasan por la ventana de fuera mientras escucha la voz de Tatum. Por alguna razón, no quiere que Tatum vea a su misteriosa pareja de segunda oportunidad.
‘Me dijeron que viniste a la oficina, estoy aquí ahora’.
‘Voy para allá’, responde Leila y suelta el enlace mental, volviéndose para mirar a Antonio, pero éste se ha ido y en su lugar hay una nota sobre la mesa.
[Te veré pronto, gatita. Antonio.]
Leila toma la nota y mira a su alrededor, pero no hay rastro de él y ella sonríe.
Hay algo en Antonio que la asusta y la excita al mismo tiempo. Guarda la nota en el bolso y se dirige al despacho de Tatum.
En cuanto Tatum escucha llegar a Leila, abre el cajón de su mesa, guarda frenéticamente los medicamentos que acaba de tomar y tira las jeringas al cubo de la basura, a la vez que aumenta la velocidad de su ambientador para ocultar cualquier olor a medicina que pue