"No tiene sentido", dice Leila en un tono claramente enfadado, metiendo ropa en una caja. "¿Por qué ahora? ¿Por qué después de quince buenos años? ¿Qué sentido tiene? Somos su familia, deberíamos ser nosotros los que buscamos justicia. Si tanto se preocupaban por él, ¿por qué no investigaron tras su muerte? Solo van a someter a mi inocente madre a un trauma innecesario. Los odio a todos".
Kelvin suspira, cerrando la caja llena de ropa de Amara. "Míralo por el lado bueno, podríamos conseguir pruebas para encontrar a los bandidos que lo hicieron".
"Yo sé quién lo hizo", responde Leila cortante, con su fría mirada enrojecida por la ira. "Fue el padre de Carmela, estoy segura".
"Pero sin pruebas, no son más que simples acusaciones. Sé que estás enfadada y que quieres vengarte de los que te hicieron daño a ti y a tu familia, créeme, yo también, pero tenemos que escoger bien nuestras batallas".
Leila gime, dejándose caer en la cama derrotada, colgando la cabeza antes de levantarla para m