Leila siente como si le clavaran en el corazón una lanza de borde serrado, al escuchar la manera fría y sin emoción con la que Tatum la llama criminal.
¿De verdad cree que ella mató a la bruja?
Lo escuchó claramente declarar la muerte sobre ella desde el vínculo mental de Carmela, pero verlo tan determinado, liderando la carga para llevarla ante la supuesta justicia, la golpea con una inmensa cantidad de dolor.
Es un dolor que no puede describir, es puro, primitivo, como si estuviera arañando su corazón y desgarrándolo en un millón de pedazos.
Se baja del lomo de Kelvin, a duras penas es capaz de mantenerse en pie pero lo consigue, sus ojos azules y sombríos cubiertos de lágrimas miran fijamente a los fríos ojos grises de Tatum.
"¿Una criminal, eso es lo que realmente piensas de mí? ¿Crees que mi castigo es la muerte, que merezco morir?", pregunta Leila en tono abatido, con el corazón palpitando con fuerza y el pecho subiendo y bajando lentamente.
Tatum la mira con desprecio y re