"La Luna está aquí", le dice uno de los hombres de Clayton, haciendo una leve reverencia.
"Que pase", gruñe Clayton mientras un profundo ceño se dibuja en su rostro.
Tatum ya le ha comunicado por enlace mental la intención de Leila de unirse a él en las investigaciones. Si fuera por él, preferiría no hacerlo con ella, pero es su derecho como Luna y una orden directa de su Alfa; no puede desobedecerla.
"Cualquier plan que tengas para sabotear el proceso de esta investigación no funcionará. Deberías saberlo", le dice fríamente Clayton a Leila en cuanto entra en su despacho.
"Te aseguro, guerrero jefe, que no tengo planes de sabotear nada. Lo único que quiero es que se sepa la verdad", responde Leila en tono suave y le dedica a Clayton su característica sonrisa cortés antes de tomar asiento.
Clayton la observa calculadoramente mientras se sienta. Su aura es tranquila, pero apesta a autoridad. No se parece en nada a la mujer que vino a su despacho hace unas semanas.
Hay algo muy dife