Capítulo 123
“Has sido acusada de asesinar a Alina, la bruja de la manada, ¿cómo te declaras?”.

Una vez más, Leila se encontraba en la cámara de los ancianos, en medio de los mismos hombres que hace días estaban dispuestos a condenarla sin pruebas y ahora, sentada en medio de su círculo sentencioso con doce pares de ojos mirándola con lascivia, sabía que su destino estaba sellado.

Especialmente porque Carmela había creado pruebas, pruebas que nadie le permitiría ver ni contra las que defenderse.

Una gran injusticia.

“¿Dónde está el Alfa?”, murmuró Leila débilmente, contando sus palabras. Estaba cansada, hambrienta y sedienta.

“¡No estás en posición de hacer preguntas, Leila! ¿Cómo te declaras?”, le ladró Trent, pero Leila no se acobardó.

Mirando a los ojos verdes del hombre que asesinó a su padre a sangre fría y cuya hija estaba empeñada en quitarle el suyo, encontró fuerzas en la rabia que hervía en ella.

“Hasta que me condenen, sigo siendo tu Luna y te dirigirás a mí como tal”.

Aunque d
Sigue leyendo este libro gratis
Escanea el código para descargar la APP
Explora y lee buenas novelas sin costo
Miles de novelas gratis en BueNovela. ¡Descarga y lee en cualquier momento!
Lee libros gratis en la app
Escanea el código para leer en la APP