PUNTO DE VISTA DE LESLIE
La angustia no alcanzaba para describir lo que sentía por dentro. No, no era suficiente para cuantificar la profundidad del dolor que estaba atravesando.
Dolía, y mucho.
No era la falsa sensación de seguridad en la que me habían sumido; no eran las mentiras dichas a mi cara ni los secretos que me ocultaron. Era lo débil que resultó mi corazón. Lo estúpido que fue caer por el mismo hombre otra vez. Lo estúpido que fue ni siquiera haberlo superado.
Me daba demasiada vergüenza compartir este dolor con alguien. Por eso me encerré en mi habitación en lugar de regresar al hospital para quedarme junto a quien realmente merecía mi presencia. Me revolqué en esa miseria sola. No podía llorar ni odiarme más de lo que ya lo hacía. Solo me quedé acostada en mi cama, con la mente nublada por lo patética que era y preguntándome si estaba tan hambrienta de afecto que dejé que el mismo hombre me causara dolor una vez más.
Iba a ser una noche larga, pero esperaba que al desperta