Despierto con un tremendo dolor de cabeza, pero al abrir mis ojos me doy cuenta de que estoy en un cuarto oscuro.
\- ¿Dónde estoy? - Estoy asustada, no, yo diría horrorizada. Lo último que recuerdo es a Luciana con un hombre. La puerta se abre dejando ver a un hombre calvo y muy alto.
\- Párate, el jefe quiere verte.
\- ¿Dónde estoy? - Este se voltea y me sonríe.
\- Pronto lo sabrás, ahora párate. - Me levanto y él agarra mi brazo con fuerza mientras soy arrastrada por unos pasillos hasta llegar a una oficina.
\- Aquí la tiene, jefe. - Cuando la silla se gira, veo a un hombre gordo de unos 60 años. Este se levanta y mira mi cuerpo de una manera lujuriosa.
\- Quítale la ropa.
\- ¿Qué?
\- No, no. - El hombre que me trajo me rompe la blusa de golpe, pero yo me niego a que me quiten los pantalones. Otro hombre viene y me sostiene.
\- ¡No, déjenme! - Quedo solo en ropa interior y el hombre panzón se acerca y acaricia mi cuerpo, lo que me hace dar unas arcadas fuertes.
\- Definitivamente, tu