Llevamos una semana en la cabaña, semana que ha sido de puro amor y felicidad. Fede se encarga todos los días de sacarme una sonrisa, aunque todavía no permito que me toque. Pero estamos bien, que es lo importante.
\- Vamos, nena, tenemos la reservación.
\- ¿Estás seguro de que podemos dejar a Samuel con Luciana?
\- Sí, cariño, confío en ella. - Termino de maquillarme y luego me coloco el vestido que elegí para la ocasión.
\- Listo, amor, ya estoy. - Él voltea y cuando lo hace, su mirada recorre todo mi cuerpo haciéndome sonrojar.
\- Estás bellísima. - Él extiende su mano y con mucha dificultad la termino tomando, aunque siento que todo me tiembla. Nos subimos al auto y sigo tensa, cosa que nota Fede, así que comienza a hacer caricias en mi mano.
\- Tranquila, cariño, no te haré nada. - Intento respirar para calmarme, ya que necesito dejar este miedo atrás, pero siento que él retira su mano. Entonces, yo la vuelvo a tomar.
\- ¡No me sueltes! - Entramos a un hermoso lugar y al parecer e