Emilia Morgan de Roselli
—Carajo—gemi de dolor cuando Sebas retiro el parche de mi pierna.
Habían pasado dos noches desde que hubo el atentado contra la FBI, todo salió en las noticias alertando a la ciudad.
El doctor de mi familia me reviso apenas llegamos a la Residencia y me saco la bala a pesar de mis gritos de dolor, tuvo que suturar la zona y dejarme en reposo. Tenía que estar en cama por quince días. Dos putas semanas.
—Aún está fresco, dolerá—avisa Sebas mientras toma el botiquín de curaciones
—No jodas—miro a Sebas
—Tardará unos días—me calma
Bufo mientras que Sebas se ponía unos guantes para evitar que la herida se infectara, limpia la zona con alcohol y en los siguientes minutos me queje por el ardor y dolor que generaban. Tenía que tomar analgésicos para el dolor pero apenas hacían efecto.
Luego dejé mi pierna reposando en una almohada y me senté en la cama, Sebas limpio todo para luego sentarse a mi lado aún con pijama. Tener reposo nos había beneficiado, podíamos e