Kamila Stuart
Viernes
—¿A dónde irás mami?—pregunta Emilia
—Iré a una entrevista de trabajo—respondo y le doy una pequeña sonrisa—. Tia Vale se quedará acá contigo hasta que llegue yo
—Estas muy bonita—me sonríe
Sonrió besando su cabellera. Emilia me sonríe antes de soltar una risita. El día de hoy había amanecido mas activa y juguetona. Me alegraba eso que tuviera cada dia mas energia ya que asi podria irnos luego de aca
—Ha llegado la mejor tia—canturrea Valentina
—¡Tía Valentina!—dice Emilia emocionada
—Hola pequeña —le dice Valentina y luego me mira—. Que guapa estas
—Gracias—rio y la abrazo—. Le han administrado medicamentos así que podría dormirse o simplemente mantenerse asi de activa
—Calma. Ve a esa entrevista y ganate ese puesto—me anima
—Espero ganarlo—le digo
—Lo harás
Tomo mi bolso asegurándome que mi currículum esté en él, lo cuelgo a mi hombro antes de despedirme de mi hija. Salgo de la habitación y voy a los ascensores para bajar al subterráneo en busca de mi carro.
••••••••
Aparco frente un gran edificio, suspiro tomando mi bolso y arreglando mi blusa blanca. Bajo del auto para irme de camino a la entrada. Ya dentro del edificio me acerqué a la recepción donde unas mujeres veían sus computadoras. El personal caminaba de aquí hacia allá con carpetas y hablando entre ellos
—Hola—saludo a una mujer rubia y de ojos verdes. Me sonríe amablemente—. He, vengo por el puesto de secretaria
—¿Eres Kamila Stuart?—pregunta
—Si. Ella misma—confirmó
—Ingrese sus datos—me entrega una planilla
Relleno lo que me pedía, dejando número de contacto, mis datos personales y mi calle de residencia. Le entrego la planilla y ella me sonríe amablemente
—El jefe no está ahora mismo pero su hermano está a cargo. Él vendrá a buscarla y llevarla a la entrevista—me explica
—Claro. Gracias—sonrió
Espero alrededor de unos diez minutos en recepción. Bastante nerviosa ante la entrevista.
—Kamila Stuart—me llaman y alzó la vista, me encuentro una mirada azulada que juraba conocer.
—¿Si?
—Acompáñeme—me indica
El tipo de cabello rubio me hace una seña al ascensor, lo sigo y entramos juntos quedando en un silencio el cual me encargo de analizarlo. Cabello rubio perfectamente ordenado. Alto y podía jurar que era musculoso ya que el traje gris oscuro se le ajustaba en su cuerpo. Un perfil varonil que podía hacer que las bragas de una mujer cayeran al suelo sin problema
Llegamos al piso indicado y salimos del ascensor, me lleva a una sala.
—Toma asiento—me indica. Tomó asiento y él hizo lo mismo quedando frente a mi. Sus ojos azules me analizan y puedo asegurar que los he visto antes. ¿Dónde? Ni idea—. Soy Christopher Morgan, mi hermano no está para ver esta entrevista pero le comunicare sobre todo. ¿Me permites tu currículum?
—Claro.
Saco la carpeta de mi bolso y se la entregó, él la ojea a simple vista por unos minutos y luego me mira.
—¿No has terminado la universidad?—pregunta
—No—niego—. Tuve imprevistos y tuve que dejar mis estudios—respondo
—¿Qué haces actualmente?—deja aun lado la carpeta y me mira
—Bueno... Cuido a mi hija—respondo
—¿Tienes una hija?—se sorprende
—Si—asiento sonriente—. Tiene cuatro años
—¿Madre soltera?
—Así es—asiento
—¿Sabes planificar u organizar agendas?—pregunta
—No mucho, pero puedo aprender—le digo
—Puedo enseñarte—su tono me hizo fruncir el ceño
—No es apropiado que me coquetees—le digo
—No seré tu jefe, así que no hay problema—sonríe
—No eres mi tipo—declaró
—Soy el tipo de muchas—declara
—Tú mismo has dicho. De muchas pero no el mío—finalizó
Se ríe ligeramente. Una risa ronca y profunda. Sus ojos azules me analizan
—¿Nos hemos visto alguna vez?—pregunto sin evitarlo
—No olvido a ninguna chica sexy—sonríe coqueto—. Menos a una como tu
—Patan—bufo
—Patan será tu jefe si te quedas con él puesto—me dice—. Bueno—suspira—. Eso es todo. Puedes irte con tu hija Kamila, te llamare si quedas
—Esto no califica en entrevista—defino
—Claro que califica. Vi tu currículum—dice antes de salir
Que cabrón. Agarro mis cosas y salgo de la sala, voy directo al ascensor y ya en el bajo al primer piso para irme a ver a mi pequeña
••••••••
—¿Por qué no me llamaste?—le pregunto a Valentina
—Sabría qué dejarías tu entrevista por Emilia. Debes de conseguir ese trabajo—me explica
Apenas llegué al hospital. Valentina me dijo que Emilia había sufrido una de sus crisis en la cual se debilitaba aún más. Había perdido sangre afectando a su Leucemia.
—Entrevista—bufo—. Parecía que el tipo me queria follar
—¿Por qué lo dices?
—No paro de coquetearme—respondo—. Y su mirada lo delataba, apenas me pregunto si acabe la universidad
—¿Nada más?
—No. Vio mi curriculum y ya—bebo de mi cafe
—Siento enviarte ahí—hace una mueca
—Valía la pena. Pagan bien
—¿Quedaste?
—No lo sé—bebo nuevamente de mi cafe—. Espero que quede, ese dinero me ayuda mucho en los gastos médicos de Emilia y creeme que al menos podré tener un piso decente luego de salir de aqui. Joder necesito que esto acabe
—Acabará. Ella es fuerte
—Necesita un transplante—le comunicó— . Médula ósea, pero donde consigo una médula compatible. Joder eso podria llevarme años y no tiene mucho tiempo.
—¿Cómo dices?—se sorprende
—La doctora dice que tiene de un año o... meses quizás—hago una mueca
—Busca ayuda. Es una niña
—¿A quién Valentina?—me preocupo—. Mis padres no desean saber de mi luego de mi gran error. Hermanos no tengo y mis abuelos están muertos. ¿Quién?
—El padre de Emilia—me dice
Bufo por aquello. Estaba segura que ese tipo no estaba interesado en darle su médula idea si llegaran a ser compatibles.
—Él no querrá darle su médula—declaró—. Ni sabe que existe
—Dile. Debes de comunicarle la existencia de su hija y su leucemia—me insiste
Miro un punto fijo mientras espero ansiosa y nerviosa noticias sobre mi hija. Suspiro
••••••
La cabeza de Emilia reposaba en mi pecho mientras se aferraba a mi. Acariciaba su cabellera mientras que su respiración relajada me hacía estar un poco más tranquila.
Mi celular suena a mi lado y lo agarro para atender la llamada de un desconocido
—¿Diga?—preguntó
—Kamila Stuart—me llaman
—Si. Soy yo
—Hablan de las empresas Morgan para comunicarle que usted ha sido seleccionada para el puesto de secretaria para el jefe. Se solicita que el Lunes este aquí a las ocho de la mañana para poder tomar su nuevo puesto de trabajo
—¿En serio?—jadeo
—Así es
—Gracias. Gracias enserio
Cuelgo la llamada y evito chillar de la emoción. Tenía un nuevo empleo el cual me ayudaría en los gastos de Emilia y en su posible trasplante.