Mattheo Morgan
Mi puño se estrelló contra la mandíbula del tipo amarrado a la silla de la sala, él jadea por el dolor y la sangre le sale por la boca, me arremango las mangas de mi camisa antes de arrodillarme ante el
—¿Vas a decirme que planea tu jefe contra mi imperio?—pregunto harto
—No—niega
—No—chasqueo la lengua—Chris—llamó a mi hermano menor, él me sonríe mientras jugaba con su cuchillo, su favorito
—Dime hermanito—relame sus labios
—¿Dónde vas a tatuarlo?—me burlo
—Oh en muchos lados—su sonrisa malvada y ladeada hace temblar a cualquiera, menos a mi que me crié con el
—¿Me dirás que planea?—le pregunto al tipo
—No—niega
—Cortale la mejilla—ordenó
Christopher se pone tras su espalda y con su brazo enrolla su cuello y la filosa cuchilla llega a la mejilla del tipo, me mira lleno del miedo y pavor mientras que Christopher tontea con su cuchilla
Cuando menos lo espera le corta la mejilla hasta su pómulo, sonrió complacido al ver la sangre bajar por su cuello mientras que el gime del dolor, Christopher se ríe mientras ve el sufrimiento del tipo
—¿Vas hablar?—le pregunta mi hermano
—No—se niega
—Cortale la otra mejilla
Christopher pasa la filosa cuchilla por la mejilla del sujeto, la piel se abre dejandome ver la carne y la sangre baja rapidamente por su cuello y manchando su ropa del color carmis oscuro, el olor metalico me hace sonreir de lado mientras que Christopher se rie sin evitarlo
—Creeme que amo cortar tu piel—dice Christopher
—¿Hablaras o debo de cortarte la polla?
El solo gime por aquello lleno del miedo
•••••••••
Al salir del edificio me dirigí a mi auto, desactivo la alarma para luego subirme en el, Christopher sale del edificio y se sube en el asiento del copiloto antes de arrancar el auto
Piso el acelerador y salimos rápidamente hacia las calles de Los Ángeles
—¿De qué te sirve tenerlo si el gran hijo de puta no hablara?—pregunta mi hermano
—Servirá, hablara tarde o temprano—le digo y lo miró de reojo—¿Alguna cita para el puesto libre de la empresa?
—Oh si, se me había olvidado decirte—me comenta—. Han solicitado una cita para este Viernes a las nueve de la mañana para el puesto
—Encargate tu, tengo que viajar atender unos negocios—le ordenó
—Luego no reclames que tu secretaria sea una inadaptada—me dice divertido
—Mientras no quiera meterse en mi cama, todo estará bien—le digo
—Me olvidaba que eras irresistible—bromea
—A mi se me olvidaba que eras un puto
Llegamos al edificio de la empresa, ambos entramos al gran edificio y rapidamente la recepcionista viene a mi con carpetas
—Señor Morgan, tiene una reunión en media hora más, para mañana tiene una salida hacia Nueva York para una reunión a las dos de la tarde y tiene una reunión el Viernes a las nueve de la mañana para la solicitud del puesto de secretaria
Tomo las carpetas y sigo al ascensor junto mi hermano para subir a mi oficina, Christopher se rie a mi lado
—Que hombre mas trabajador—se burla—¿Aún no saben cuanta sangre se ha limpiado de tu oficina?
—¿Quieres perder la polla?—enarco una ceja
—No—niega
—Entonces hermanito, cierra la boca—le aconsejo
Llegamos al piso veinte donde estaba mi oficina, camino por el pasillo viendo el escritorio completamente vacio y con carpetas sobre ella, joder necesitaba una secretaria rapidamente
Entramos a mi oficina y me deshago de la chaqueta rapidamente para dejarla en el sofa negro que estaba a unos pasos de mi escritorio
—¿Otra vez aquí? Katherine creo que deberias buscarte una nueva polla—dice mi hermano
Katherine estaba sentada en el sofa con un vestido ajustado y unos tacones, me sonríe coquetamente, ella era una de las mujeres que me tiraba cuando andaba estresado o por simple gusto
—Chris, siempre tan adorable—le da una sonrisa
—¿Adorable yo?—se burla mi hermano—. Cariño, soy un mafioso, lo que menos soy es ser adorable.
Me siento tras mi escritorio y abro mi computadora sin ganas de oír sus disputas entre ellos mismo. Ojeo las carpetas mientras que Christopher se ponia frente a mi y Katherine rodeaba la mesa para llegar a mi lado.
—Porque no mejor sacar a tu hermano de aqui y nos divertimos un rato—dice Katherine de forma coqueta
—No me molestaria participar—dice Christopher
—Tengo mucho trabajo—finalizó
—Chris podría hacerlo por ti—deja un beso en mi cuello—. ¿Lo harias Chris?
—Nah—chasquea la lengua—. Debo de atender mis cosas
—Que amable—dice Katherine molesta
—Katherine tengo trabajo que hacer. ¿Por qué no vas de compras?
—Porque ya fui de compras y traigo algo para ti—me acaricia los hombros
—Luego me lo muestras—corto el tema
Ella gruñe por lo bajo y toma su bolso para luego salir de la oficina. Suspiro por eso ya que no tenia ganas de tolerar hoy día a Katherine
—Deberias de dejar en claro que no quieres nada serio—dice Christopher
—Le he dicho. Pero ya sabes como es—le comunico
Christopher solo niega antes de agarrar una carpeta la cual tenia unos informes sobre los movimientos de la empresa, reviso el celular que tenia en mi oficina con los números de mis socios. Entro a ver algunos mensajes pidiendo mercancia o dinero prestado.
—¿Creés que tu nueva secretaria tolere esto?—me muestra todo los informes de dinero claramente que no es limpio—. La anterior se largo por el socio que asesinaste
—Espero que tolere. En ningún otro lugar encontrará un empleo con la cantidad que le daremos.
—O mas bien con el dinero que vas a mantenerla callada.—dice Chris
—Exacto—sonrió de lado
—Nuestro padre me ha hablado. Dice que no has atendido sus llamadas—me dice Chris
—Padre siempre llama por el mismo tema.
—Tienes casi treinta años, Mattheo, padre junto la organización esperan a tu esposa y un heredero—me dice
—No quiero casarme. No quiero atarme a una mujer por el resto de mi vida y tener que cuidar a un niño de otras mafias que planearon matarlo para llegar a mi. —le explico
—Al menos deberías de casarte—dice Chris—. No sera tan malo. Piensa que llegando a casa vas a tener a una sexy y hermosa esposa esperandote para atenderte. ¿Genial no?
—¿Y arriesgarme a que la asesinen para también llegar a mi?—pregunto
—Puedes ponerle miles de guardaespaldas—dice Christopher
Chasqueo la lengua restandole importancia. No queria casarme. Eso estaba decidido