Mundo ficciónIniciar sesiónMe encerré en la habitación por días. Literalmente días.
Las quemaduras seguían ardiendo, los moretones pulsaban, cada movimiento era un recordatorio perfecto del infierno en el que Melanie había vivido… y en el que yo estaba atrapada ahora.
No abría la puerta a nadie.
No respondía cuando golpeaban.No permitía que Rebeca entrara con su falsa compasión.Ni que Martín fingiera autoridad.Pero ellos tampoco se preocupaban por alimentarme. Cada vez que pedía comida, nadie contestaba. N