Una sutil sonrisa se deslizó en sus labios al observar el boceto ya casi terminado.

Aunque aún quedaban cosas pendientes, sentía que ya nada podía ser peor de lo que alguna vez había vivido y si de esas había logrado salir, no dudaba que lo haría también de lo que sea que la vida le tenía preparado.

Dos toques en su puerta le hicieron levantar el rostro de su obra y salir de su ensimismamiento, mientras veía como la puerta era empujada con sumo cuidado.

- Te busca tu suegra.- Mariana acercó la cabeza, mientras la miraba con una tenue sonrisa burlesca.

Aura rodó los ojos divertida, mientras veía a Mariana abrir la puerta por completo para darle entrada a la mencionada.

Caliope ingresó al lugar con algunas bolsas en las manos, mientras le sonreía a Mariana con amabilidad.

- Muchas gracias Mariana.- La de ojos grises pronunció mientras se dirigía hacia el sofá, dónde dejó caer las bolsas que llevaba en sus manos.- Ahora ve a descansar. En tu condición no deberías estar mucho de pie.

- Gr