- ¡Te ves guapisimo mi amor!.- Caliope besó las mejillas de su hijo, con sus ojos brillantes por la emoción.- Eres el novio más guapo que he visto.
- Gracias mamá.- Alexein la abrazó.
- Es normal que sea guapo, siendo tu hijo no se podía esperar más.- Ares sonrió ante el tímido gesto de la mujer.
- No creas que por lanzarme piropos voy a perdonarte si haces sufrir a mamá.- Alexein lo señaló con un dedo amenazante.
- Lo sé, lo sé y soy consciente de lo que me espera sino me comporto a la altura.- Ares levantó sus brazos en señal de rendición.- Ahora ven. Yo también quiero abrazarte y felicitarte muchacho.- Se acercó a Alexein y palmeó su espalda con cariño, rodeandolo con sus brazos.
El ojigris correspondió el gesto, con un sentimiento cálido en su pecho.
En toda su vida, nunca imaginó que habría alguien capaz de amarlo sin condiciones y que estaría dispuesta a compartir su vida con él y mucho menos que en ese día tan especial, su madre estaría a su lado.
Si se lo hubieran dicho tres a