La nieve caía en pequeños copos, cubriendo la calle de un majestuoso manto blanco puro e inmaculado, convirtiendo cada vista en una imagen de cuento de hadas.
Aura miró a Alexein con una sonrisa tranquila, tratando de darle ánimos para lo que se les venía encima.
Aún cuando apenas hacía unos días había enterrado a su padre, era consciente que su luto debería esperar, pues no podía dejarse engullir por la tristeza, no en aquel momento tan importante y en el que más que nunca Alexein la necesitaba.
Ya tendría tiempo para llorar todo lo que quisiera después.
El tan esperado día del juicio había llegado y la tensión en el ambiente era palpable, pues aunque las posibilidades de un resultado positivo eran altas, aún había margen para que todo se fuera al trasto.
- Aura.- Demeter la miró por el espejo retrovisor, después de verificar la notificación que había sonado en su móvil, mientras esperaba que el semáforo cambiara a verde.
- Dime.- Ella no tardó en devolverle la mirada y Alexein tamb