Sebastian.
Se había desvanecido en mis brazos ni si quiera pudo articular una palabra completa, Lucia se había desmayado y su semblante era pálido y demacrado. Rápidamente la cargué como a un bebé y la lleve a enfermería en dónde me dijeron que la trasladarían a un hospital ya que estaba grave.
Llame a Niall y a Lia para avisarles lo que había ocurrido. Conduje por lo menos unos diez minutos hasta llegar al hospital donde me dijeron que aguardará en la sala de espera. Estaba sentado en una de esos sillones blancos con olor a medicina con la mirada perdida cuando la voz de mis amigos se hizo presente.
– –¿Cómo está?, ¿Que le pasó? – – pregunto Niall con preocupación tomándome de los hombros. – –¡¿Carvajal que le hiciste?! – – grito con desesperación.
– –¡Ella solo se desvaneció, dios! – – pegue mi cabeza contra la pared me sentía la persona más mierda del mundo.
– –¿Qué pasó después de que salieron corriendo Sebastian? – – hablo ahora Lia cruzada de brazos con más tranquilidad.