Capítulo LVI
Clarissa
Han pasado varias semanas, y en casa de Rafael ya habíamos decorado todo para Navidad. Yo ayudé a Clara junto con Lucero, la otra muchacha a colocar las luces, adornos y el árbol, y nos quedó realmente bonita. Las luces parpadeaban suavemente, y el aroma a canela y galletas recién horneadas llenaba la casa.
Al ver el pinito recuerdo cuándo Lucero rió al ver cómo me esforzaba por colgar una estrella que parecía tener vida propia y casi se me caía de las manos.
Disfruté cada momento.
La casa no solo está decorada, sino que se llena de pequeñas alegrías que hacen que la tristeza de los últimos años se sienta como un recuerdo distante.
Los últimos días tuvimos visitas; vino la familia de Rafael. Convivimos muy a gusto. Hacía años que no estaba en un ambiente familiar, y me sentí realmente feliz. Su familia fue muy linda conmigo.
Desearía ver a Maximiliano, pero me da miedo salir… miedo de que esa gente me encuentre y me encierren otra vez en esa casa.
Estoy mirando l