Capítulo 9.
Decir que estaba impresionada era poco. El lobo había terminado el trabajo de una semana en unas pocas horas: La alimentación de la manada, reparación de los daños que ocasionaron los Renegados en algunas casas, poner más trampas para cazar...
En fin, el lobo era eficiente. Solo teníamos que cosechar el arroz prometido y estaríamos libres por los siguientes dos o tres días.
No podría decir que ese primer desayuno fue fácil debido a que nuestras pérdidas aún eran recientes, pero al menos no estábamos preocupados por repetir el plato. Cosa que hicieron los cachorros al menos tres veces.
-Estoy lleno. - Dijo uno de ellos maravillado y yo sentí una punzada de culpa.
Hacíamos lo mejor que podíamos, pero no era suficiente como para que los cachorros tuvieran el vientre lleno la mayor parte del tiempo.
-He oido que la Luna de la manada los entrena después de comer. - Dijo Raptor llamando la atención de los cachorros. - ¿Qué es lo que hacen?
-Cosas aburridas. - Dijo el cachorro m