Capítulo 221.
A veces odiaba el no equivocarme.
Justo cuando me arrojé hacia atrás por el pasillo para evitar las garras de la chica siniestra, me percaté de algo en el techo.
-¡Arriba! - Grité a mis lobos y ellos elevaron la vista.
Ahí, como un lobo araña se encontraba el jodido Calavera sonriendo ante el espectáculo.
Se dejó caer del techo y se enfrentó a mis lobos.
-Oí que me estaban buscando. - Dijo ignorando la pelea entre su hermana y yo. Solo miró hacia ellos. - ¿Están perdidos?
Por el rabillo del ojo vi que el primero en atacar fue Ti.
Calavera vió venir sus garras y lo esquivó fácilmente antes de lanzar una patada a su muslo derecho. El sonido del hueso al romperse y el quejido de Ti fueron solo los precursores de la pelea entre mi manada contra Calavera.
Yo no me podía dar el lujo de distraerme, así que apreté los dientes y recé porque mis lobos pudieran contra el tipo que, a todas luces, era un muy buen luchador.
La chica siniestra no dejaba de atacar e incluso intentaba