Capítulo 14.
No había sido mi intención escuchar.
Simplemente recordé que no le había preguntado a Raptor sobre el nuevo arreglo que había hecho con el Alfa Deus sobre vendernos el tipo de semilla que necesitabamos para las gallinas.
En un principio había sido yo quien negoció el precio, pero después de contarle a Raptor durante uno de nuestros entrenamientos, él gruñó llamándolo "bastardo abusivo" y se ofreció a ir personalmente a sacudir su cuello por un trato mejor.
-Eres una buena negociadora, simplemente el tipo es un viejo zorro astuto. Mientras esté aquí, deja que sea yo quien se encargue de hablar con otros Alfas. - Dijo dándome algunas palmaditas en mi cabeza. - No te preocupes, tus aves tendrán su comida. Mañana, después de nuestro entrenamiento, te diré qué fue lo que sucedió.
Acepté solo porque un mejor trato sonaba excelente.
Suponía que, al igual que a mí, se le había olvidado todo el asunto. Así que después de lavar mi cara llena de sudor en el río, corrí para alcanzarlo e