Los dos jóvenes se miraron entre ellos.
—El apellido Duque es muy conocido en Colombia —dijo Juan Miguel.
—Pero solo nosotros tenemos sangre real —comentó Andrew, y sonrió—, ya te dije que somos unos príncipes.
—¿Entonces también tú serás un príncipe? —cuestionó Norita a Angelito—, hay que decirle al tío Gabo.
—No lo sé, debo preguntarle a mi papá, porque también dice que es de la realeza —refirió.
—No nos hemos saludado —intervino Sam para cambiar de tema.
Mike y Andrew se miraron entre ellos, y luego los dos observaron con atención al pequeño.
—Perdón la mala educación —expresó Juan Miguel, y se aproximó a saludar a Samantha, y luego a Luna.
Juan Andrés hizo lo mismo, pero cuando se acercó a Luna, la besó en la mejilla, muy cerca de la comisura de los labios.
—Te dije que te pusieras sexy —susurró al oído de ella.
Luna bufó.
—Sí vuelves a acercarte tanto a mí, te voy a dejar sin descendencia. Le haré un favor al mundo y a tu padre que no desea nietos —murmuró.
Andrew solo l