(POV: Ishtar)
Lucian llevaba menos de una semana en Valtherium… y ya era el foco de todas las miradas.
Desde el momento en que cruzó el umbral, su sola presencia alteró el ritmo de las cosas. No lo hizo a propósito. No alzó la voz. No se jactó de nada. Pero en un lugar como este, donde cada gesto tiene peso, el silencio perfecto también es una provocación.
Los nuevos reclutas suelen moverse con torpeza, nervios, o ese entusiasmo forzado de quien quiere encajar rápido. Lucian no. Él caminaba como si el suelo ya lo conociera. Como si cada espacio le perteneciera desde antes.
Y eso… no pasó desapercibido.
—No me gusta —dijo Adriian, seco, firme, mientras observaba desde el segundo nivel del pabellón de combate. Sus ojos eran dos filos de obsidiana.
—Tú nunca sabes si te gusta alguien hasta que ya estás partiéndole la cara —respondió Mike, girando los hombros como si se preparara para una pelea que no necesitaba provocación.
—No es eso —insistió Adriian—. No me gusta cómo se mueve. Es dem